¿Sabías que después de la Segunda Guerra Mundial entre Alemania y Estados Unidos surgió una rivalidad que fue más allá de las armas?
Por suerte, quiero decir. Que bastante tuvimos en este continente con dos guerras sobre nuestro territorio.
Era hora de que los palos se dieran, al menos, a nivel comercial. Sin que nadie sangrara.
En aquella época cualquier producto alemán lo tenía muy difícil en Estados Unidos. América se había eregido como gran potencia mundial y la recompensa económica merecía la pena.
Así que Volkswagen decidió intentarlo con su famoso Escarabajo así…
Fueron solo dos palabras, pero suficientes para cambiar la historia.
Cuando Alemania lanzó su famoso coche Escarabajo en Estados Unidos remaron contracorriente.
Era un producto alemán donde nadie quería mirarlos. Un coche pequeño frente a la gran tendencia de vehículos de tamaño elevado.
¿Cómo podía plantar cara?
La verdad es que parecía complicado, pero un publicista tuvo la idea de lanzar un eslogan único y todo cambió: #ThinkSmall.
Una frase. Una página en blanco de un periódico. Un pequeño coche.
Estos tres elementos fueron suficientes para transformar la realidad de una marca que se asentó muy pronto en el mercado americano con el amor de muchos compradores.
La verdad es que quién se lo iba a decir. Lo más probable es que ni en sus mejores sueños lo hubieran podido esperar.
Pues vamos al lío. Pero eso sí, ¡pienas en grande!
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¿Vamos al lío?
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